miércoles, 13 de mayo de 2009

CAPERUCITA EN MANHATTAN

CAPERUCITA EN MANHATTAN
En la primera parte de la obra titulada “Sueños de libertad”, que consta de cinco capítulos, Sara Allen, una niña superdotada de diez años, que vive en Brooklyn, no tiene otro objeto en la vida más que acompañar a su madre a llevar a su abuela, que vive en Manhattan, una tarta de fresa cada fin de semana.
La segunda parte de la novela se titula “La aventura” y describe en ocho capítulos las andanzas de Sara por Nueva York. Los sueños de Sara se cumplen. El lobo del cuento es Edgar Wolf, Dulce Lobo, pastelero, Rey de las tartas, propietario de un edificio en el que trabajan tres mil personas. Caperucita conoce a Miss Lunatic que la acompaña por el bosque (Central Park). Miss Lunatic, el espíritu de la libertad, es una mujer vieja, vestida de harapos, que arrastra un cochecito. Sara hace un pacto de sangre con ella (la libertad). De camino a casa de su abuela conoce a Dulce Lobo y, cuando Sara llega a casa de la abuela encuentra una escena feliz (la abuela bailando con el lobo) y decide no interrumpir.
El final del libro permite a Sara no regresar a la vida cotidiana, desafiando la lógica, gracias a una moneda que le dio Miss Lunatic puede llegar a través de una alcantarilla a la Estatua de la Libertad.
La obra es un canto a la libertad en el que la frontera entre la realidad y la fantasía protagonizan la novela. “A quién dices tu secreto, das tu libertad, nunca lo olvides Sara”, dice Miss Lunatic a Sara después de firmar un pacto de sangre.
En la obra de Martín Gaite aparecen cinco personajes relacionados con el cuento tradicional Sara Allen (la nueva Caperucita), su madre (Vivian), su abuela (Rebeca Little), Miss Lunatic, una segunda abuela, y Edgar Wolf (el Dulce Lobo).
La autora busca constantemente provocar al lector haciéndole que compare su cuento con el original: Sara es una niña que no parece tener buena relación con su madre, el lobo es “Dulce”, el bosque es agradable, si te pierdes en bosque aparece un hada que te ayuda, la abuela no tiene miedo al lobo, Sara llega a casa de su abuela y descubre que la abuela es feliz bailando con el lobo, es la propia Sara la que se lanza por la boca del lobo (boca de la alcantarilla) en busca de la libertad, no hay cazador/salvador ya que de la libertad no hay que huir...
Al contrario de los cuentos de hadas, el número de personajes es reducido y carecen de caracterización psicológica. En contraste, en Caperucita en Manhattan el número de personajes es elevado y a todos ellos la autora nos los presenta a través de su perfil psicológico.
A través de esta comparación la autora realiza la reivindicación de la libertad de pensamiento y forma de hacer, realzando la reivindicación el hecho de realizarla siendo protagonista una mujer.
De lectura rápida y sencilla, el libro traslada al lector el ánimo en la búsqueda de su propia identidad a través de la libertad.

ISABEL MARÍA TOMILLO PASTOR

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