viernes, 29 de mayo de 2009

El Palacio de Papel

La sensación que queda tras leer El Palacio de Papel es que nos encontramos ante un libro especial, pues aunque en principio pueda parecer una historia normal, no tardaremos mucho en darnos cuenta que el autor narra los hechos de una forma mágica y poética llena de sensibilidad.

Por un lado el tema mezcla la realidad con la fantasía. Los protagonistas son animales a los que les suceden “cosas humanas”. Además se describen dos mundos contrapuestos: por un lado el Palacio lleno de libros que muestran paisajes lejanos, donde todo es de papel y nada es real y el mundo exterior donde la vida sigue su curso de forma natural.

La forma de narrar del autor es espléndida. Trata aspectos abstractos que los niños empiezan a descubrir, y lo hace con una sencillez sorprendente. Habla de las distintas formas de vivir la vida y las diferencias que existen entre diversos lugares (El Palacio de Papel frente al Maizal Amarillo). Pero refleja las ventajas e inconvenientes de cada uno de estos lugares, que no todo es perfecto, que todo tiene una cara y una cruz. Puede ayudar a los niños a comprender diversos puntos de vistas y distintas formas de vivir.


Cristina Cerdá Jiménez

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