Juan Cervera nos expone un texto sobre la literatura infantil. Éste se sitúa en la corriente denominada “tesis dirigista”, la cual propugna una literatura específica para los niños. No obstante, existe otra tesis, que parte de la condición de independencia de toda literatura; así pues, la literatura infantil en ésta (o para ésta), no existe. Es más, no sólo niega la realidad de este tipo de literatura, sino que también la necesidad de una literatura especializada para los niños.
Por otro lado, entre las características, objetivos y/o fines que se pretenden conseguir con la Literatura Infantil, cabe hacer referencia y destacar, en primer lugar, el carácter globalizador que se posee, cuyo contenido persiga la forma creativa y no se limite a lo didáctico. No nos olvidemos que es el niño a quien se tiene como destinatario y que se ha de responder a sus necesidades e intereses personales de éste.
Nos situamos ahora a nivel educativo, donde debemos aprovechar el recurso de la escuela ya que es considerada como la entidad más eficaz en la promoción del tema que tratamos.
Bien, a pesar de que a veces se haya puesto en duda la existencia de la Literatura infantil (como nos presenta Sánchez Ferlosio o Lolo Rico), la realidad es que ésta se nos presenta como un hecho indiscutible y en crecimiento.
Para concluir y no extenderme demasiado (aunque creo que ya lo he hecho), quiero mencionar que los protagonistas aquí son los niños y que la entrada al contacto con la LI ha de ser por vía de la lectura o el juego (aprovechando el potencial lúdico que éstos poseen), es decir, como concluye Cervera “es tanto como decir del placer y no del estudio”.
Por otro lado, entre las características, objetivos y/o fines que se pretenden conseguir con la Literatura Infantil, cabe hacer referencia y destacar, en primer lugar, el carácter globalizador que se posee, cuyo contenido persiga la forma creativa y no se limite a lo didáctico. No nos olvidemos que es el niño a quien se tiene como destinatario y que se ha de responder a sus necesidades e intereses personales de éste.
Nos situamos ahora a nivel educativo, donde debemos aprovechar el recurso de la escuela ya que es considerada como la entidad más eficaz en la promoción del tema que tratamos.
Bien, a pesar de que a veces se haya puesto en duda la existencia de la Literatura infantil (como nos presenta Sánchez Ferlosio o Lolo Rico), la realidad es que ésta se nos presenta como un hecho indiscutible y en crecimiento.
Para concluir y no extenderme demasiado (aunque creo que ya lo he hecho), quiero mencionar que los protagonistas aquí son los niños y que la entrada al contacto con la LI ha de ser por vía de la lectura o el juego (aprovechando el potencial lúdico que éstos poseen), es decir, como concluye Cervera “es tanto como decir del placer y no del estudio”.
VERÓNICA BACO ROMERO
Muy bien Verónica. Y a las demás compañeras ¡Ánimo! Sabéis que podéis hacer una entrada o comentario. Un saludo
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