"Pero había algo en lo que Padre se equivocaba. Por muy cansado que estuviera, Chao nunca olvidaría sus sueños. Sacaría fuerzas de flaqueza para realizar nuevos intentos hasta hacer realidad su propia promesa". Y así fue, Chao, desde poco antes de cumplir los cinco años, sabía muy bien aquello que quería conseguir: La Casa Pintada. Aún sin entender que sólo se encontraría a manos del emperador Huang Ti.
Con la ayuda y apoyo de su abuelo, aprendió a luchar por aquello que se quiere aunque ello supusiese un gran esfuerzo.
A través de esta historia, podemos ver reflejado algunos valores como la perseverancia, el trabajo en equipo, la paciencia, el creer en lo que se hace, la confianza en uno mismo y un largo etcétera que ayudan a comprender el porqué de "conquistar los colores uno a uno". Y es que, cada uno de ellos refleja una parte del universo.
Todo esfuerzo tiene su recompensa y Chao obtuvo la suya, haciendo así realidad su sueño.
VERÓNICA BACO ROMERO
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